ESPAÑA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Ha pasado su primera noche a la intemperie, sin probar bocado. A base de agua, electrolitos para no deshidratarse y mucho frío. Y aguantará todas las que sean necesarias hasta que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, rectifique y permita a las personas con VIH presentarse a las pruebas de acceso al Cuerpo Nacional de Policía.
Carlos Alberto Biendicho, Presidente de la Plataforma Popular Gay, ha iniciado una huelga de hambre a las puertas del Ministerio en Madrid para denunciar una medida que "vulnera todos los derechos fundamentales y va en contra de la Constitución".
Biendicho considera que la postura del Gobierno, que ve 'razonable' esta exclusión de los seropositivos, es del todo "inaceptable" y una ofensa para los aproximadamente 150.000 individuos con VIH que se estima que hay en España. Según comenta a ELMUNDO.es desde su tienda de campaña "se trata de una metedura de pata, un despropósito que va en contra de la Ley Básica de Autonomía del Paciente y de la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal, entre otras muchas".
No sólo eso. Tanto él como diversas ONG, entre ellas la Red2002 (Red Comunitaria del VIH/sida del Estado Español), ponen de manifiesto la descoordinación que existe entre los distintos ministerios. Mientras Sanidad e Igualdad hacen campañas contra la discriminación de estos pacientes, como la última con motivo del Día Mundial del Sida que llevaba por lema: 'Yo soy VIH y tengo derechos' y mientras el nuevo secretario del Plan Nacional sobre Sida, Tomás Hernández, planea negociar con los sindicatos una mayor accesibilidad de estos pacientes al mercado laboral, "el Ministerio del Interior reitera una exclusión injustificable que contradice los discursos y las actividades de sus compañeros del Gobierno", denuncia.
'Concepciones erróneas y del pasado'
Según los tribunales médicos que intervienen en esas pruebas de acceso a Policías, el VIH es una condición que afecta negativamente al sistema inmunológico de quien lo padece, tienen más riesgo de contraer infecciones y son una posible fuente de contagio. Unos argumentos que según Biendicho son "absolutamente desproporcionados tanto desde el punto de vista médico como desde la óptica de los derechos humanos". Lo dice alguien que sabe de lo que habla con conocimiento de causa, pues ha declarado públicamente que tiene el virus.
"En estos momentos hay en el Cuerpo gente con VIH, a la que conozco personalmente y no tiene ningún problema. De hecho, se han encargado de trasladar a presos con tuberculosis y no les afecta para nada. No tienen ninguna situación que les haga más débiles que al resto de sus compañeros", afirma. "El tribunal médico sustenta sus argumentos en concepciones del pasado sin ninguna validez en la actualidad", dice.
Lo mismo sostienen desde Red2002, desde donde señalan que a estas alturas "parece que el Gobierno desconociera las vías de transmisión del VIH, anclándose en un miedo ancestral, que desconociera que existe un tratamiento antirretroviral que mantiene controlado el virus, que desconociera que existen sentencias judiciales que declaran que la infección por VIH en sí misma no representa ningún problema como enfermedad transmisible mediante la convivencia del sujeto con otras personas, en el medio familiar, laboral o social".
"Yo creo que Rubalcaba ha firmado algo sin saber lo que hacía. Y ahora que ha metido la pata, tiene que rectificar", señala el presidente de la plataforma popular gay, que ha comunicado sus intenciones al gabinete del ministro y ha dejado claro que abandonará la huelga de hambre en cuanto vea una reacción favorable por parte del Gobierno, un intento de solucionar el tema. Algo que, de momento, no se ha producido.
Sin embargo, Carlos Alberto ha recibido tanto apoyo que tiene fuerzas para aguantar lo que haga falta. "Es duro, pero el calor humano me ayuda a olvidarme del hambre".
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