EE.UU-.( AGENCIALAVOZ.COM ) Para satisfacer su perversión sexual, Jeffrey Doland viajó a Miami, para encontrarse con Kathy, una mujer que conoció en internet y que se mostró de acuerdo en permitirle sumergir a sus dos hijas pequeñas en una piscina o una bañera "hasta que las burbujas dejaran de subir'', afirma la fiscalía.
No es así, dicen los abogados defensores de Doland, que aducen que el solitario técnico estaba simplemente escribiendo ficción de internet con la esperanza de conseguir un nuevo amor. Ninguno de los dos lados disputa que Kathy no existía, ni sus hijas pequeñas llamadas Kelly y Sam.
Doland estaba chateando con un agente encubierto del Servicio Secreto federal, y viajó a Miami desde su vivienda en Ohio en julio del 2007 antes de que se lo llevaran esposado. Su juicio comenzó el lunes --y los detalles dejaron a algunos jurados con la boca abierta.
Doland, de 47 años, técnico de un distrito escolar de Uniontown, Ohio, está acusado de un montón de crímenes de abuso infantil e intento de tener relaciones sexuales con menores de edad.
Sus supuestas víctimas tenían 12 y 9 años.
Eric Adams, agente del Servicio Secreto, testificó que, mientras él se hacía pasar por una madre soltera en el chatroom de Yahoo fetishes14, Doland le ofreció $500 si lo dejaba hundir a las niñas en agua con "trusas mínimas'' para conseguir placer sexual.
El lunes, los fiscales David Sherman y Charlie Johnson leyeron las porciones del chat sobre el ‘‘forcejeo y las burbujas'' de Doland, quien admitió haberlas escrito bajo el sobrenombre dunkingstool.
"Bueno creo que las niñas deberían estar esposadas y amarradas a un bloque de cemento tirado en el lado profundo''.
"Me encanta ver flotar el cabello largo bajo el agua. Estoy loco por verlas ahogarse''.
"Yo pensaba en esposarlas al fondo de la piscina''.
Los fiscales dijeron que Doland le mintió a su esposa --diciéndole que iba a Miami a bucear con un amigo. En el Aeropuerto Internacional de Miami, Doland se reunió con una mujer que él creía era Kathy, se trataba de una agente encubierta y le entregó furtivamente $501, según la fiscalía.
El incluso le sugirió que comprara correas de Velcro porque Doland, por miedo de que se las confiscara la seguridad del aeropuerto, había dejado las suyas en Ohio.
El abogado defensor Paul Donnelly respondió que Doland, quien no era feliz con su esposa, nunca tuvo la menor intención de hundir a nadie en el agua. Dijo que el agente Adams hizo creer a Doland en el comienzo de un romance, y que Doland era simplemente "culpable de estupidez''.
Donnelly agregó: "Lo que pasaba en su mundo de fantasía no se iba a realizar en ningún
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