Tegucigalpa-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Las autoridades de facto de Honduras impusieron el martes un nuevo toque de queda después de una jornada en la que masivas manifestaciones exigían el regreso del presidente derrocado Manuel Zelaya y tras de la cuales se registraron disturbios.
Miles de partidarios de Zelaya que caminaron durante una semana llegaron a Tegucigalpa y se congregaron en el céntrico bulevar Juan Pablo II, en donde escuchaban y aplaudían fogosos discursos exigiendo el regreso del presidente defenestrado y condenando el gobierno de facto de Roberto Micheletti.
La multitud se acercó después a la casa presidencial, en donde algunos quemaron neumáticos.
Al terminar la concentración, cuando los manifestantes se retiraban hacia la Universidad Pedagógica, en donde pernoctarán, varios de ellos incendiaron un autobús de transporte público, declaró el ministro de Información, René Zepeda. A inmediaciones de ese lugar se constató que también fue atacado e incendiado un restaurante.
Zepeda anunció que el gobierno restituyó el toque de queda, que elimina ciertas garantías constitucionales entre las 10 de la noche y las 5 de la mañana. Durante semanas después del golpe las autoridades instauradas en el poder han limitado las libertades y ejercido control sobre algunos medios críticos.
El canal 6 de televisión mostró las imágenes del autobús en llamas, tras lo cual la policía comenzó a dispersar a manifestantes.
El dirigente Juan Barahona desligó al Frente Nacional de Resistencia al Golpe de Estado de los disturbios registrados, pues dijo que ocurrieron una vez que los manifestantes se encontraban en la Universidad Pedagógica, en donde pernoctarán aquellos que llegaron en las marchas desde el interior del país y que permenecerán para acompañar las protestas contra el gobierno golpista.
"No tenemos en este momento mayor información, algunos compañeros nos han dicho que eso fue provocado por miembros de la policía infiltrados'', manifestó.
Las dos grandes caminatas simultáneas --que los organizadores estimaron que reunieron a más de 14.000 personas-- comenzaron el miércoles para concluir en las principales ciudades del país: Tegucigalpa y San Pedro Sula, a unos 180 kilómetros al norte de la capital. Recorrieron 15 kilómetros diarios por siete días hasta llegar a sus destinos.
"Estoy cansado... he caminado desde el martes pasado'', dijo Gabo Paz, un agricultor de 32 años.
"Es una injusticia lo que han hecho con Mel (diminutivo con el que llaman a Zelaya). Y no queremos que gobierne otro presidente que el pueblo no ha puesto'', agregó.
La llegada de las marchas coincidiría con la de una misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que busca una salida a la profunda crisis política que atraviesa Honduras desde el golpe de estado del 28 de junio.
Sin embargo, el gobierno de facto canceló la llegada de la misión objetando la presencia del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, aunque más tarde aceptó la presencia del funcionario como "observador''. Insulza anunció en Washington que la misión llegará a Honduras a finales de agosto.
Líderes del Frente denunciaron que la postergación de la llegada de la misión tuvo la intención de evitar que coincidiera con las masivas manifestaciones registradas en la jornada.
La esposa de Zelaya, Xiomara Castro, se integró a la marcha poco antes de que concluyera y luego les pidió en un discurso a los seguidores "persistir en la resistencia''.
El Frente de Resistencia en un comunicado declaró que si en los próximos días el gobierno de facto no restituye a Zelaya aumentará sus acciones pacíficas para afectar "el normal desenvolvimiento de las operaciones comerciales'' de empresas que apoyan el gobierno.
También anunció que promoverá en instancias internacionales el castigo penal contra los responsables de las violaciones de los derechos humanos y que incluyen los asesinatos de participantes en las marchas.
Zelaya viajará el miércoles a Brasil y mantendrá un encuentro con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, informó la cancillería de ese país.
La Policía Internacional (Interpol) emitió órdenes de captura a tres funcionarios del gobierno de Zelaya, informó el jefe del organismo policial en Tegucigalpa, Rommel Martínez. La sede de Interpol en Francia no confirmó de inmediato las supuestas órdenes de captura giradas contra el vicepresidente Arístides Mejía y los ministros Rebeca Santos y Rixi Moncada. La fiscalía los acusa de abuso de autoridad y fraude.
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