ESPAÑA.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) La entrevista, concertada el jueves nada más anunciarse que el Gobierno ha dado luz verde a la nueva Ley del Aborto, se celebra el viernes, a las 11.00 horas, en su despacho oficial de la madrileña calle de Alcalá. Es un lugar amplio y luminoso con muchas fotografías que podrían resumir su amplia trayectoria política.
"Mi preferida es ésta que nos hicimos en el Congreso las 202 diputadas y senadoras de todos los partidos", señala.
Pregunta.- Menuda polémica ha abierto la nueva Ley del Aborto aprobada por el Consejo de Ministros. ¿Por qué era tan urgente su aprobación?
Respuesta.- Para solventar los problemas que presenta la regulación vigente, que son muchos y conocidos. Pero no es sólo una Ley del Aborto, sino una Ley de Salud Sexual y Reproductiva, cuyos aspectos más innovadores son el amplio bloque de medidas en el ámbito social, sanitario y educativo en esta materia. El objetivo es frenar el incremento de embarazos no deseados que ha habido a lo largo de los últimos 10 años. Es una ley más segura, con mayores garantías jurídicas tanto a mujeres como a profesionales, y más equilibrada, porque respetando el derecho a la libertad y a la autonomía de las mujeres, no descuida la protección de la vida prenatal. Y es una ley equiparada a la mayoría de los países de nuestro entorno.
P.- Pues mientras para ustedes preserva la dignidad de las mujeres, una parte de la sociedad cree que la lesiona gravemente.
R.- Las mujeres han visto vulnerado su derecho a la intimidad y a la confidencialidad de sus datos. Con esta ley se garantiza esa confidencialidad, esa intimidad, y se ofrecen también mayores garantías jurídicas; a ellas y a los profesionales que las atienden. La ley garantiza el derecho a la salud sexual y reproductiva, y el poder acceder a la interrupción voluntaria del embarazo como una prestación sanitaria más, incluida dentro de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud y en unas condiciones de seguridad.
P.- El PP ya ha dicho que la va a recurrir ante el Constitucional, porque vulnera la letra y el espíritu de la Carta Magna. ¿Podrán consensuarla en el trámite parlamentario?
R.- El Partido Popular ya nos tiene acostumbrados a recurrir todas aquellas leyes que tienen que ver con ampliar derechos. Lo han hecho con el matrimonio entre personas del mismo sexo, o con la Ley de Igualdad Efectiva. El recurso del PP no nos sorprende, y por tanto no tengo ninguna esperanza de recibir su apoyo en el Parlamento.
P.- Tal vez sea constitucional, pero según dicen, usted sólo ha escuchado a los expertos que comparten sus tesis y ha actuado con sectarismo atendiendo sólo a la izquierda.
R.- El proceso ha sido muy transparente desde el primer momento. Se ha creado un comité de expertos, se ha constituido una subcomisión específica en el Parlamento con la participación de todos los grupos y han comparecido especialistas y representantes de organizaciones de todos los ámbitos. Hemos escuchado a las mujeres, a los jóvenes, a la sociedad española de contracepción, a la de planificación familiar, a los grupos pro vida, etcétera. Dije que antes del verano tendríamos un anteproyecto de ley y hemos cumplido ese objetivo. Sinceramente, creo que no es posible presentar una ley más equilibrada. Puede no gustar a todo el mundo, pero no se puede negar que se mantiene el equilibrio entre los derechos y la libertad de decisión de las mujeres y la protección de la vida prenatal.
P.- Si usted tuviera una hija adolescente de 16 años, ¿le gustaría saber si piensa abortar o preferiría que el Estado la dejara al margen?
R.- Lo idóneo es que los padres estén informados, pero eso depende mucho de las relaciones de confianza y de respeto mutuo en las familias. Si yo tuviera algún día una hija, intentaría que en el seno de esa relación habláramos de sexualidad, de prevención, de métodos anticonceptivos con naturalidad, y si se viera abocada a tomar una decisión así pudiera consultarla, para acompañarla en un proceso tan duro. Pero al Gobierno lo que le corresponde al margen de los sentimientos y de las encrucijadas morales es garantizar derechos, seguridad jurídica y equiparar el aborto al resto de prestaciones sanitarias. La mayoría de edad para decidir en el ámbito sanitario en este país está en los 16 años.
Pregunta.- Menuda polémica ha abierto la nueva Ley del Aborto aprobada por el Consejo de Ministros. ¿Por qué era tan urgente su aprobación?
Respuesta.- Para solventar los problemas que presenta la regulación vigente, que son muchos y conocidos. Pero no es sólo una Ley del Aborto, sino una Ley de Salud Sexual y Reproductiva, cuyos aspectos más innovadores son el amplio bloque de medidas en el ámbito social, sanitario y educativo en esta materia. El objetivo es frenar el incremento de embarazos no deseados que ha habido a lo largo de los últimos 10 años. Es una ley más segura, con mayores garantías jurídicas tanto a mujeres como a profesionales, y más equilibrada, porque respetando el derecho a la libertad y a la autonomía de las mujeres, no descuida la protección de la vida prenatal. Y es una ley equiparada a la mayoría de los países de nuestro entorno.
P.- Pues mientras para ustedes preserva la dignidad de las mujeres, una parte de la sociedad cree que la lesiona gravemente.
R.- Las mujeres han visto vulnerado su derecho a la intimidad y a la confidencialidad de sus datos. Con esta ley se garantiza esa confidencialidad, esa intimidad, y se ofrecen también mayores garantías jurídicas; a ellas y a los profesionales que las atienden. La ley garantiza el derecho a la salud sexual y reproductiva, y el poder acceder a la interrupción voluntaria del embarazo como una prestación sanitaria más, incluida dentro de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud y en unas condiciones de seguridad.
P.- El PP ya ha dicho que la va a recurrir ante el Constitucional, porque vulnera la letra y el espíritu de la Carta Magna. ¿Podrán consensuarla en el trámite parlamentario?
R.- El Partido Popular ya nos tiene acostumbrados a recurrir todas aquellas leyes que tienen que ver con ampliar derechos. Lo han hecho con el matrimonio entre personas del mismo sexo, o con la Ley de Igualdad Efectiva. El recurso del PP no nos sorprende, y por tanto no tengo ninguna esperanza de recibir su apoyo en el Parlamento.
P.- Tal vez sea constitucional, pero según dicen, usted sólo ha escuchado a los expertos que comparten sus tesis y ha actuado con sectarismo atendiendo sólo a la izquierda.
R.- El proceso ha sido muy transparente desde el primer momento. Se ha creado un comité de expertos, se ha constituido una subcomisión específica en el Parlamento con la participación de todos los grupos y han comparecido especialistas y representantes de organizaciones de todos los ámbitos. Hemos escuchado a las mujeres, a los jóvenes, a la sociedad española de contracepción, a la de planificación familiar, a los grupos pro vida, etcétera. Dije que antes del verano tendríamos un anteproyecto de ley y hemos cumplido ese objetivo. Sinceramente, creo que no es posible presentar una ley más equilibrada. Puede no gustar a todo el mundo, pero no se puede negar que se mantiene el equilibrio entre los derechos y la libertad de decisión de las mujeres y la protección de la vida prenatal.
P.- Si usted tuviera una hija adolescente de 16 años, ¿le gustaría saber si piensa abortar o preferiría que el Estado la dejara al margen?
R.- Lo idóneo es que los padres estén informados, pero eso depende mucho de las relaciones de confianza y de respeto mutuo en las familias. Si yo tuviera algún día una hija, intentaría que en el seno de esa relación habláramos de sexualidad, de prevención, de métodos anticonceptivos con naturalidad, y si se viera abocada a tomar una decisión así pudiera consultarla, para acompañarla en un proceso tan duro. Pero al Gobierno lo que le corresponde al margen de los sentimientos y de las encrucijadas morales es garantizar derechos, seguridad jurídica y equiparar el aborto al resto de prestaciones sanitarias. La mayoría de edad para decidir en el ámbito sanitario en este país está en los 16 años.
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