WASHINGTON -. ( AGENCIALAVOZ.COM ) La Casa Blanca contactó a Sonia Sotomayor, nominada por el presidente Barack Obama a la Corte Suprema, para informarle esta decisión del mandatario cuatro días antes de que el juez David Souter anunciara su retiro, reveló éste el jueves.
Si el Senado confirma a la juez federal reemplazará a Souter. Sería la primera persona de origen hispano y la tercera mujer en el tribunal supremo.
Al mismo tiempo el jueves, Sotomayor envió a un panel del Senado un enorme conjunto de archivos con detalles personales y escritos que serán examinados en el debate para ver si es confirmada.
Las cinco cajas de archivos entregadas en el Capitolio le dieron a los senadores una visión más amplia sobre el historial y el expediente de Sotomayor, así como la razón por la cual Obama decidió convertirla en su primera candidata a la Corte Suprema. Esto ocurrió en respuesta a un cuestionario que la Comisión Judicial del Senado le envía a todos los candidatos a la corte federal.
Entre los documentos que se entregaron también se describen las finanzas de Sotomayor, los cuales la muestran como una habitante de la ciudad de Nueva York que reside en un barrio lujoso y que podría estar viviendo en gran parte de su salario. La juez tiene 1,16 millones de dólares en activos, pero también 418.350 dólares en deudas, incluidas su hipoteca, tarjetas de crédito y grandes cuentas de dentista. Otras declaraciones de finanzas personales previas exhibían que tenía ingresos anuales de unos 200.000 dólares.
Sotomayor, quien reemplazaría a Souter en el máximo tribunal si el Senado la confirma, primero recibió una llamada de asesor legal de la Casa Blanca, Gregory Craig, el 27 de abril, y desde entonces ha estado en contacto casi diario con su oficina desde que Souter anunció su retiro el 1 de mayo.
Sotomayor, de 54 años, dijo que durante el proceso de selección nadie le preguntó cuál era su posición sobre algún tema en especial que pudiera surgir ante la Corte Suprema. Entretanto, la nominada sigue sometida a un riguroso escrutinio.
Los republicanos buscan cualquier detalle que pudiera demorar su marcha a la confirmación, y los demócratas tratan de demostrar que la jueza es una moderada que coloca la ley por encima de sus convicciones ideológicas.
No hay muchas dudas de que Sotomayor, primera nominada de Obama para la Corte Suprema, va a ser confirmada en el Senado, controlado por los demócratas. Pero los republicanos están mostrándose reacios a los esfuerzos demócratas para asegurar un proceso rápido de audiencias y una votación en el verano para la jueza federal de apelaciones, cuyos 17 años como magistrada dicen merecen un debate más largo.
Sotomayor regresó el jueves al Capitolio para un tercer día de reuniones individuales con senadores que decidirán si la confirman. Para el fin de semana, la jueza tratará de haberse reunido con más de una cuarta parte del Senado, y con casi todos los miembros del Comité Judicial, que será el primero en evaluarla en las audiencias.
El senador demócrata Patrick Leahy, director del comité de asuntos judiciales, desea que el proceso comience la semana próxima, con el objetivo de realizar una votación de confirmación antes de que el Congreso comience en agosto un receso de un mes. Leahy está negociando con el republicano de mayor jerarquía en el comité, el senador Jeff Sessions, quien dice que prefiere proceder más lentamente en el examen del historial de Sotomayor, con audiencias en septiembre.
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